Estamos viviendo en una época en la que no podemos darnos el lujo de permitir que nuestra mente se salga de control. Hemos estado dependientes de factores externos que nos han ido cambiando y hemos olvidado quienes somos en realidad.
Ahora nos enfrentamos con la dificultad de que le hemos dado rienda suelta a nuestra mente, le hemos permitido que rija nuestras vidas durante tanto tiempo que creemos que todo lo que vemos debe ser real. La mente siempre tratará de dirigir nuestras vidas y buscar placer, evitar el dolor basándose en la lógica de la mente y las creencias implantadas.
Estamos tan identificados con la mente que en realidad creemos que éso es lo que somos. Creemos que lo que la mente piensa y responde es lo que nosotros pensamos y respondemos. Creemos que las emociones que esos pensamientos generan son nuestras emociones.
Es tiempo de tomar el control de la mente. Es tiempo de dejar que la mente tome otro camino, el camino de servicio y Tú como su dueño.
La mente debe ser el sirviente fiel en el camino del Desarrollo Espiritual. La mente puede estar en control mientras tú lo permitas. Ella conspirará para sacar a la luz todas las debilidades de tu personalidad, todas las atracciones del mundo y creará todos los obstáculos inimaginables para distraerte y mantenerte inmerso en el mundo físico, apartándote del espiritual.
Tu ser real ha estado esperándote pacientemente a que te des cuenta de tu mente y cómo te controla. Esperando a que aprendas todo lo necesario sobre las experiencias y obstáculos de la vida. Esperando a que te des cuenta de cuál es tu verdadero ser. Esperando a que lo notes y decidas quien vas a dejar que tome el control para el resto de tu vida.
Tu verdadero ser está dentro de ti en este preciso momento, esperando, ansioso de que lo dejes libre, ansioso de guiarte.
En este mismo momento tienes que decidir quién va a estar en control. Tomar esta decisión puede ser difícil. Domar la mente será una batalla constante. Existen muchas formas en que la mente te desviará del camino que decidas tomar. Pero llegó la hora en que puedes hacer un gran cambio en tu vida.
Una vida nueva te está esperando. No necesitas convertirte en monje, lama, ó sacerdote para llegar a este nuevo mundo lleno de paz. Una vida en la que puedes sentir el amor vibrando en tu interior. Una vida conectada con tu ser interior, llena de bendiciones, viviendo desde tu corazón, siguiendo su guía, confiando en los procesos y siguiendo sus pasos.
¿Estás listo para esta experiencia? Adelante, confía, deja que tu ser hable y sigue al amor que brota de tu corazón.
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