Existen personas que hablan y hablan y no dicen nada. Otras
que piensan mucho antes de hablar. Otras que critican cuanto ven y no se
detienen ante nada. Otras más dicen cuanta tontería les viene a la cabeza. Hay
mucha gente ingeniosa y divertida, y a las que les suceden infinidad de
experiencias y son muy comunicativas. Muchas veces me pregunto de dónde les
salen tantas palabras. Cuentan una historia con lujo de detalles y no paran de
hablar. Soy de las personas muy tranquilas, observadoras a las que les gusta escuchar y que no hablan mucho,
no porque no tenga nada que decir sino porque pienso mucho antes de expresarme.
¿Qué hay detrás de tanta palabra? Si observamos a las
personas cuando hablan nos daremos cuenta de su pasado, del equipaje que vienen
cargando, de sus emociones. No nos dirán lo que les sucede pero podemos notar lo que hay dentro de ellas. Cuando escuchamos a las personas les podemos dar nuestro apoyo
simplemente por el hecho de escuchar. Generalmente cuando dejamos que expresen
sus situaciones aclaran su mente y ellos solos encuentran la solución a lo que
están experimentando.
Cada quien es libre de decir lo que piensa, pero realmente
tenemos que considerar lo que vale la pena expresar. Muchas veces no tomamos en cuenta a las personas porque lo que dicen para uno no tiene importancia. Como dice el
dicho, a palabras necias oídos sordos. Antes de abrir la boca tenemos que
pensar lo que vamos a decir y cómo lo vamos a decir y si no tenemos algo bueno
que expresar es mejor quedarse callado. Al hablar estamos demostrando quiénes
somos y cómo somos.
La prudencia debe estar presente en una conversación o discusión y si no
hablamos es porque muchas veces es mejor callar. El silencio es oro dice otro
dicho, y es verdad. La palabra es muy poderosa y debemos aprender a expresarnos
con claridad y evitar que haya malentendidos. Conocer el significado de las
palabras es de suma importancia porque de eso depende el resultado de nuestras
comunicaciones.
Guardar respeto a la vida de las personas y dedicarnos a
vivir nuestra vida de manera positiva y no meternos en la vida de nadie.
Convivir es muy importante pero no debemos entrometernos en las decisiones que
tomen otras personas. Cada quien tiene el derecho a llevar su vida de la manera
que mejor les parezca y aunque no estemos de acuerdo tenemos que respetar y
apoyar.
Otro dicho dice que las palabras se las lleva el viento y
pienso que está equivocado. Las palabras se quedan y pueden animar o hacer
mucho daño y una vez que las has pronunciado no hay nada que te pueda desdecir.
Aunque te arrepientas ya no hay nada que pueda remediar ese daño. Aquí también
entran en juego las emociones y al hablar estamos enseñando de qué estamos
hechos.
Nuestra palabra debe estar inspirada en Amor, armonía,
apoyo, amistad, ayuda en todos los sentidos. La vida debe ser felicidad y la máxima expresión de nuestro ser.
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