jueves, 20 de agosto de 2015

Palabras


Existen personas que hablan y hablan y no dicen nada. Otras que piensan mucho antes de hablar. Otras que critican cuanto ven y no se detienen ante nada. Otras más dicen cuanta tontería les viene a la cabeza. Hay mucha gente ingeniosa y divertida, y a las que les suceden infinidad de experiencias y son muy comunicativas. Muchas veces me pregunto de dónde les salen tantas palabras. Cuentan una historia con lujo de detalles y no paran de hablar. Soy de las personas muy tranquilas, observadoras a las que les gusta escuchar y que no hablan mucho, no porque no tenga nada que decir sino porque pienso mucho antes de expresarme.


¿Qué hay detrás de tanta palabra? Si observamos a las personas cuando hablan nos daremos cuenta de su pasado, del equipaje que vienen cargando, de sus emociones. No nos dirán lo que les sucede pero podemos notar lo que hay dentro de ellas. Cuando escuchamos a las personas les podemos dar nuestro apoyo simplemente por el hecho de escuchar. Generalmente cuando dejamos que expresen sus situaciones aclaran su mente y ellos solos encuentran la solución a lo que están experimentando.




Cada quien es libre de decir lo que piensa, pero realmente tenemos que considerar lo que vale la pena expresar. Muchas veces no tomamos en cuenta a las personas porque lo que dicen para uno no tiene importancia. Como dice el dicho, a palabras necias oídos sordos. Antes de abrir la boca tenemos que pensar lo que vamos a decir y cómo lo vamos a decir y si no tenemos algo bueno que expresar es mejor quedarse callado. Al hablar estamos demostrando quiénes somos y cómo somos.



La prudencia debe estar presente en una conversación o discusión y si no hablamos es porque muchas veces es mejor callar. El silencio es oro dice otro dicho, y es verdad. La palabra es muy poderosa y debemos aprender a expresarnos con claridad y evitar que haya malentendidos. Conocer el significado de las palabras es de suma importancia porque de eso depende el resultado de nuestras comunicaciones. 

Guardar respeto a la vida de las personas y dedicarnos a vivir nuestra vida de manera positiva y no meternos en la vida de nadie. Convivir es muy importante pero no debemos entrometernos en las decisiones que tomen otras personas. Cada quien tiene el derecho a llevar su vida de la manera que mejor les parezca y aunque no estemos de acuerdo tenemos que respetar y apoyar.


Otro dicho dice que las palabras se las lleva el viento y pienso que está equivocado. Las palabras se quedan y pueden animar o hacer mucho daño y una vez que las has pronunciado no hay nada que te pueda desdecir. Aunque te arrepientas ya no hay nada que pueda remediar ese daño. Aquí también entran en juego las emociones y al hablar estamos enseñando de qué estamos hechos.


Nuestra palabra debe estar inspirada en Amor, armonía, apoyo, amistad, ayuda en todos los sentidos. La vida debe ser felicidad y la máxima expresión de nuestro ser.

















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