La vida pasa o pasamos por la vida

¿Somos víctimas ó creadores? Cualquiera que consideres, somos los protagonistas.

¿Has elegido ó te han elegido? ¿Qué pasa con mi vida? 

Dejamos que los minutos pasen, que los días pasen y ni cuenta nos damos. Seguimos las rutinas, no pensamos en lo que queremos en la vida. Desde pequeños nos han dicho qué hacer, qué pensar, cómo comportarnos. Estamos seguros de que eso es lo mejor porque es lo que nuestros modelos nos han enseñado y demostrado.

No tenemos conciencia y vamos navegando por la vida muchas veces sin rumbo. Barcos a la deriva de lo que venga y de lo que las demás personas decidan por nosotros. Tratamos de complacer a los demás y nos olvidamos de nosotros. Está bien complacer pero sin olvidarnos que somos prioridad. Sin pensarlo nos convertimos en títeres de las circunstancias que se nos presentan.

Creo que no hay persona alguna que sea perfecta en todos los sentidos. Todos cometemos errores y si somos conscientes tratamos de subsanarlos. Lo pasado ahí queda, queda en nuestra memoria y no vale la pena revivir situaciones penosas o traumáticas. No nos lleva a nada positivo. Aquilatar la experiencia y no volver a cometer los mismos tropiezos, aprender y seguir adelante. Vivir el presente y tampoco preocuparnos por lo que vendrá. Eso también está sólo en nuestra mente.

Idealizamos una vida basándonos en factores externos. Vemos a las demás personas cómo se desarrollan y empiezan a surgir en nuestro interior sentimientos. Empiezan las ambiciones y deseos de igualar ó mejorar a esas personas. Nos materializamos y vamos perdiendo lo más valioso de nuestro ser. Vamos tapando con velos la luz interna que nos guia. Ponemos tantos velos que esa luz ya no puede resplandecer y empezamos a sufrir.

Sin olvidar nuestro propósito en la vida, tomemos conciencia y hagamos los cambios necesarios para terminar con ese sufrimiento. Encontremos la finalidad por la que estamos en este bello planeta. El paso final es regresar al Universo Infinito, pero mientras tanto qué vamos a hacer para lograr ser felices. 

Desapegarnos de personas y cosas. Sabemos que todo es temporal y no tenemos porque doblegarnos ante nuestro ego. Tarde o temprano nos daremos cuenta de lo que realmente vale en la vida. 

Para mí, lo que más vale es el amor. Ver amor en todo. Amar a cuanta persona se cruce en tu camino, no importan relaciones, creencias ni apariencias. Amar a toda la naturaleza que nos sostiene. Amar la vida en su  totalidad. Agradecer que estamos aquí, amando todo lo que se nos presente y compartir nuestro mundo con toda la humanidad.