jueves, 27 de agosto de 2015

Pertenencia



Cuando sabemos de quién somos, sabemos quiénes somos. 
Por supuesto, le pertenecemos a Dios. Lo que a menudo dejamos fuera es que cada persona y todo el Cosmos somos parte de la Divinidad, así que cuando hablamos de que a quién le pertenecemos estamos hablando del cuerpo, de Dios, y de cada parte incluyéndote, incluyéndome, a todos y cada cosa.
--Steve Farrell


El materialismo nos ha seducido, envuelto y cambiado. Estamos viviendo con propósitos, quizá equivocados. Vemos a nuestro alrededor y queremos tener todo lo que vemos y modificamos nuestro pensamiento para obtenerlo. Algunas veces nos cegamos y hacemos lo que sea para obtenerlo. Lo queremos y pronto. Vemos al mundo como lo único que existe y deseamos experimentar todos los placeres y riquezas.

Los medios nos bombardean con cuanto producto los "creativos" imaginan. Algunas cosas nos facilitan la vida, otras nos dificultan el camino. 

Queremos y no podemos obtenerlas. Nos rodeamos de pertenencias y mientras más tenemos, más queremos. Nuestra mente se obscurece a medida en que no tenemos lo que queremos. Nos volvemos esclavos del dinero.

Nos hemos olvidado por lo que realmente vale la pena vivir. Nuestro cuerpo, al que debemos cuidar y amar en su totalidad, no es para siempre. Cuando dejamos este mundo terrenal nos iremos al verdadero mundo, el espiritual. Todo lo que atesoramos y que nos cambió se queda ahí, en el mundo material al que ya no pertenecemos.


Así que lo que nos debería preocupar primordialmente es nuestra vida espiritual la cual facilitará nuestra vida material. Todos tenemos un papel a desarrollar y este está encaminado a descubrir lo mejor de nosotros mismos. A través del mundo material podemos ayudar a nuestros semejantes a que tengan mejor vida. No es malo tener muchas cosas, lo malo es que las cosas te tengan. No somos un título universitario, no somos una abundante cuenta bancaria, no somos una mansión en la zona más exclusiva.


No somos las pertenencias. Somos agentes de luz enviados a la tierra para iluminar los corazones y razones de todos los habitantes. Somos seres creados de Amor y para irradiar ese amor con todo lo que nos relacionemos.

Aceptemos y agradezcamos cada instante que nos ha tocado vivir. Y como siempre les recuerdo. Amor y más amor, agradecimiento eterno. Al llenarnos de estos sentimientos cambiamos nuestra forma de pensar y al cambiar la forma de pensar, cambiamos nuestro mundo.




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