martes, 8 de septiembre de 2015

Si hubiera.............


¡Qué pensamiento tan inútil! Ya todos sabemos que el “hubiera” no existe. Entonces, ¿por qué en repetidas ocasiones regresamos a ese pensamiento? Regresamos el tiempo, lo revivimos y lamentamos lo que pudo ser, lo que quisimos y no obtuvimos. Si yo hubiera dicho, todo sería diferente; si no me hubiera engañado, sería feliz; si hubiera aprovechado la oportunidad, estaría viajando. Si hubiera, si hubiera, si hubiera.


¡Basta de lamentaciones! Ubiquémonos en el presente, es lo único que tenemos y debemos aprovechar. ¿Qué es lo que quiero?, no lo que quise. Abramos los brazos y abracemos nuestro ahora. ¿No nos gusta?, cambiémoslo.

Pero, ¿cómo? No es tan fácil, tenemos que empezar por conocernos y cambiar nosotros. Nuestra forma de ver las cosas, nuestra forma de pensar se refleja en el mundo en que vivimos. Cuando continuamos viendo al mundo como un sitio hostil, encontraremos hostilidad en las personas y las situaciones que se nos presenten. Al abrir los ojos y admirar las cosas bellas en el mundo que nos rodea, veremos la belleza en la gente. No importa su comportamiento, tenemos que buscarle el lado bueno y entender que quizá estén pasando por malos momentos. Nuestro papel es personal, no somos las victimas ni los salvadores.


No podemos amargarnos la vida por lo que hacen los demás. Aún cuando estemos involucrados con la persona, no es nuestro asunto y aunque queramos no lo podemos cambiar. Los cambios son internos, individuales,  y cada persona tiene su tiempo para evolucionar y expandirse. Podemos darles nuestro apoyo incondicional, pero el cambio debe ser espontáneo. Todo llega en el tiempo adecuado.


Nuestra fortaleza proviene de nuestro ser interior. Escuchemos atentamente lo que nos está indicando. No hagamos caso al ego que nos está llevando por otros caminos. El sendero a seguir es el que la visión de nuestro corazón nos muestra. Un corazón lleno de amor verá al mundo de la misma manera. Un corazón en paz encontrará paz a su alrededor.

Como siempre, les recuerdo. Agradecimiento y amor 24/7/365. Son los ingredientes indispensables para una vida mejor.


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