lunes, 20 de julio de 2015

Según el Cristal con que se Mira


Durante los primeros años de nuestras vidas nuestros padres, maestros y guias implantaron en nuestras mentes su forma de ver la vida. Al crecer nuestra mente se va abriendo y vamos aprendiendo de nuestros amigos, compañeros de escuela y de trabajo, de nuestras relaciones muy personales. Vamos conociendo nuevos caminos, comportamientos y puntos de vista. 

La influencia que todo lo que nos rodea es de gran peso y aquí es donde entra nuestra conciencia, nuestro sentido común. La fortaleza que viene de nuestro interior es la voz a seguir. Nuestras mentes deben estar alerta a no dejarse arrastrar hacia lugares que nos conduzcan hacia la obscuridad.



Con esto me refiero a ver todo con la mejor actitud, positivismo. Por muy negro que se vea el panorama siempre hay una luz al final. Esa luz es la que debemos dejar brillar en nuestro interior. Cuando nos dejamos sumir en la tristeza y depresión es muy dificil despejar la neblina que nos impide seguir adelante. Tenemos miedo. Miedo de lo que pueda pasar, de lo que puedan decir. Aquí también es donde entra que debemos vivir en el presente y no estar amargándonos por cosas que quizá no pasen. 




Otra vez, recordemos. Todo lo que tenemos es el aquí y ahora.  Adelante con los proyectos, dando lo mejor de nosotros mismos en las tareas que consideramos importantes.




Lo que es realmente importante es descubrirnos. Ser felices y hacer felices a todos los seres que nos rodean. Vivir en paz sabiendo que estamos creando un mundo de amor y paz. Al transmitir ese amor y paz a nuestro alrededor, se va propagando y vamos contagiando al mundo entero.


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