Días pasan, años pasan y nuestras mentes de llenan de recuerdos. Recuerdos gratos y otros no tanto, otros que quisieramos no recordar. A medida que vamos creciendo y sin darnos cuenta nuestra vida se llena de recuerdos. Estos recuerdos van marcando nuestro camino, van moldeando nuestra personalidad.
Es muy importante que diferenciemos entre vivir con los recuerdos y vivir de los recuerdos. Cuando vivimos con ellos éstos nos ayudan a crecer y seguir adelante, aprendiendo de las experiencias. Si vivimos de los recuerdos nos quedamos estancados en el pasado y ahí permaneceremos hasta que abramos nuestra visión, hasta que aprendamos a vivir en el ahora.
Recordar es volver a vivir, sin embargo hay que saber soltar y aprender de ellos. Veamos hacia adelante, con mente abierta y positiva que nuestros recuerdos sean los escalones que nos llevan hacia el éxito en nuestra vida.
Lo único que tenemos es el ahora, los momentos que estamos viviendo. El ayer sólo está en nuestra memoria, nuestros recuerdos, y el futuro no lo podemos ver. Así que a vivir y disfrutar nuestro momento presente.
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