martes, 1 de marzo de 2016

Patrones

He estado ausente durante varios meses. Siento que necesitaba un descanso. En este mes, el de mi cumpleaños terrestre, les empezaré a atosigar con mis ideas nuevamente.

Hemos estado viviendo como en automático, sin darnos cuenta, dejando que la vida nos vaya llevando sin rumbo. Nos encontramos inconscientes, obedecemos o nos sometemos a los caprichos y deseos de los demás. No tenemos voluntad propia, queremos complacer, queremos ser aceptados por la sociedad. Cuando encontramos a una persona que nos gusta e interesa únicamente presentamos nuestro lado agradable, el bonito. No nos analizamos y mostramos como realmente somos y al paso del tiempo todo siempre sale a relucir.

O tal vez somos de los que egoístamente manejamos y manipulamos a la gente a nuestra conveniencia. Somos controladores y queremos que todo se haga a nuestro modo sin medir las consecuencias. Tenemos un objetivo en mente y no importa cómo lo vamos a lograr.



Las relaciones humanas son complicadas, deberíamos aprender de nuestras mascotas, aman sin condición y nos aceptan tal y como somos, nos conocen en las buenas y en las malas. La vida es simple cuando vivimos desde el punto del amor, de la comprensión, de la tolerancia, de la paciencia, del perdón. La vida nos compensará cualquier acción que emprendamos, siempre con la misma moneda. Si hacemos las cosas con optimismo, confianza, certeza, cualquier cosa que hagamos será recíproca. Si actuamos con miedo, y no me refiero al miedo físico me refiero a la incertidumbre emocional, estamos en cierta forma bloqueando los resultados que en realidad esperamos.

Nuestro propósito en la vida es ser felices y ayudar a los demás a realizar sus sueños y ser felices también. Alentar y crear un ambiente a nuestro alrededor donde brille la alegría y el éxito. Al paso de los años vamos aprendiendo que lo que en realidad vale la pena es nuestra paz y el amor que vive dentro de cada uno de nosotros. Las cosas materiales traen felicidad momentánea y si nos dejamos envolver en esa felicidad nunca estaremos satisfechos, siempre vamos a querer más y más y nos volvemos esclavos del materialismo.

Creo que debemos abrir nuestra mente y nuestro corazón, y analizarnos, un poco cada día. Qué patrones estamos siguiendo, cómo reaccionamos a las situaciones, qué es lo que queremos lograr, cómo queremos compartir nuestra vida y nuestros sentimientos. Vale la pena el intento, nunca nos arrepentiremos de seguir a nuestro corazón y dejar que nuestro Ser sea el que guíe nuestros pasos. 


Cada paso que demos será un peldaño hacia arriba en la escalera de la vida, cada experiencia, cada reto nos ha forjado y lo que somos es el resultado de la suma de todo lo vivido. La escalera por la que vamos elevándonos es la que nos llevará hacia nuestro Creador.



Nunca olvidemos que el agradecimiento cambia nuestra perspectiva. Un corazón agradecido siempre estará lleno de amor y optimismo hacia un mundo mejor.


AMOR Y AGRADECIMIENTO 24/7/365
                           CON AMOR, 
                             PATRICIA



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