lunes, 10 de octubre de 2016

Cadena de Pensamientos


Cuando percibimos algo damos nacimiento a un pensamiento, y ese pensamiento ahora piensa. Ahora ya existe, y luego que lo hemos creado nos enfocamos en él, ahora vibra. Como imanes, otros pensamientos que son vibracionalmente iguales serán atraídos. De esa forma inmediatamente empieza la expansión. (esta idea está basada en un mensaje de Abraham.)

Empezamos a crear y empezamos a vivir esos pensamientos. Depende de nosotros invariablemente qué es lo que queremos vivir, qué queremos ver reflejado en nuestro entorno y en las personas con las que convivimos.

Recuerdo haber mencionado varias veces que todo lo que vemos está dentro de nosotros mismos. Lo que está en nuestra mente es lo que se reproduce. Somos los creadores y los protagonistas de las historias que inventamos continuamente. Lo importante es decidir qué es lo que voy a manifestar hoy. Qué quiero hoy. No hay otro momento. El pensamiento que tuviste hace un rato ya pertenece al pasado, ¿vas a dejar que el pasado rija tu vida?

Tenemos esa idea y la proyectamos basándonos en experiencias anteriores, no sabemos qué es lo que viene, pero ya lo estamos visualizando, lo estamos atrayendo y empezamos con expectativas. Cuando no resultan las cosas como las ideamos vienen las desilusiones y con ello más pensamientos. Nos envolvemos en círculos viciosos, no encadenemos nuestra vida a situaciones o pensamientos que no nos llevan a nada.



No estoy diciendo que no pensemos, pero pensemos en lo positivo de cada situación con la que nos encontremos. No creemos historias, no saquemos conclusiones, no nos anticipemos a los resultados. Debemos enfocarnos en realizar nuestro propósito de vida de la mejor manera posible, realizar nuestro trabajo dando lo mejor de nosotros. Vivir en los momentos que nos regala la vida y no estar pensando sólo en el pasado o en el futuro.

Cuando apreciamos el gran regalo de Ser, muy poco se necesita para producir una Vida Feliz. Mucho se ha dicho ya, la felicidad es una elección, y no se puede basar en tener mucho o a alguien en nuestras vidas. No podemos decir que alguien o algo nos hace felices. Nosotros decidimos ser felices por el simple hecho de existir y de gozar del privilegio de vivir rodeados de tanta belleza. Nosotros decidimos ser felices porque reconocemos que el amor es el motor de la vida y que nada puede opacar este amor porque proviene de Dios, el Universo, o como quieran llamarle.


Busquemos momentos de silencio, sin pensamientos, sólo gozando y sintiendo todo lo que pasa a nuestro entorno. Siente latir tu corazón, el aire que entra a tus pulmones, la temperatura del ambiente y la interior, visualiza tus centros de energía vibrando y girando. Siente la vida dentro de tí. Agradece esta oportunidad y así cambiará tu forma de apreciar.


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