Caminamos y caminamos, tomamos desviaciones, elegimos donde
dar vuelta, tropezamos una y otra vez algunas veces con la misma piedra, y a
veces no tenemos ni idea hacia dónde vamos.
Nos dejamos llevar por las circunstancias y pensamientos, de
repente cuando nos damos cuenta que lo que está resultando no es lo ideal, nos
arrepentimos.
Este sentido de culpa, arrepentimiento, vergüenza, nos hace
mucho daño y volvemos a lo que les decía ayer empezamos con una cadena de
pensamientos: no hubiera hecho, y si en lugar de……, le hubiera contestado, y
luego……
¡Qué pérdida de energía y tiempo!
A medida que pasa el tiempo vamos creciendo interiormente,
nos encontramos con personas que nos pueden ayudar a crear una vida
mejor, nos pueden hundir o sacarnos a flote de lo que pensamos no tiene
remedio.
Y volvemos a lo que digo todas las veces. Amor. Empezando
por el amor propio, enorgullecernos de todo lo logrado bueno o malo, apreciar
en donde nos encontramos porque todo lo que hemos sufrido y por lo que hemos
pasado nos ha formado y nos ha hecho lo que somos hasta este momento. Aceptar la situación y cambiar todo lo que se pueda.
Debemos
enfocar nuestra poderosa mente en lo que tenemos y hemos logrado y no arrepentirnos
porque pensamos que tomamos malas decisiones.
Nuestros pensamientos refuerzan nuestra realidad, mientras
más pensemos en lo bueno ese será el resultado y lo mismo va para lo malo.
Nunca te arrepientas de lo vivido, transforma tu vida creando a tu alrededor la bella vida que mereces. Se positivo y sobre todas las cosas AMA.
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