¿Me conozco?

Ahh, ¿qué pregunta, no? Claro que vamos a responder que sí. Pero, ¿realmente nos conocemos? Vamos a decir, sí, yo soy fulanito/a, soy la/el director de cierta compañía, soy campeon deportista, soy, soy, soy. Y nuestra vida se convierte unicamente en un reto a superar. Pero eso no es todo. Lo que creemos que somos es sólo como la punta del iceberg, y además es lo que mostramos al mundo.

Nuestra mente nos juega muchos papeles, nos muestra posibilidades y peligros. Generalmente pensamos que tenemos la mente dividida entre lo que está bien y lo que está mal, entre lo conveniente o inconveniente, entre arriesgar o quedarnos en el terreno firme pero conocido. Todo los aspectos que nos presenta nuestra mente son importantes y dignos de tomarse en consideración. Muchas veces desechamos las ideas porque las consideramos locas o muy arriesgadas, pero hay que tener todo en cuenta. Todo va encaminado a convertirnos en mejores personas.

Hay algo que muchos no tomamos en consideración y que considero es de suma importancia. Nuestro Ser interior. Este Ser es la base de lo que se desarrolla en el exterior, en lo que vemos manifestado en nuestras vidas. 

Nuestros pensamientos crean nuestra realidad. ¿Alguna vez has considerado ésto? Somos seres muy poderosos, primero tenemos una idea, luego se convierte en pensamiento/plan, luego lo hacemos realidad, lo manifestamos en este mundo. Piénsalo, algo que hayas deseado y se haya hecho realidad. Hay muchas cosas, ¿no?

Cuando dejamos que nuestro Ser sea el que dirija nuestra vida la paz y la confianza se manifiestan, las oportunidades se van presentando, las puertas se van abriendo. Este Ser, la luz que todos llevamos dentro, hace que todo lo que veamos sea positivo, ayuda a nuestra mente a desarrollar una vida plena. Nos ayuda a ver todo desde otra perspectiva y facilita nuestro camino.

El único camino que es verdadero es el regreso hacia nuestro creador. Mientras estemos físicamente en este bello planeta debemos de dejarnos guiar por ese Amor con el que fuimos creados. Gozar de todas las maravillas que nos rodean, nuestras familias, la naturaleza, los avances de todo tipo, y sobre todo, agradecer por todo lo que tenemos, que hemos logrado, que hemos superado. La vida es un experimento, una aventura en la que tenemos que probar de todo y salir triunfantes. Al llenar nuestro Ser de todo el Amor del Universo, físicamente nos sentiremos felices y positivos. 

Como siempre, Amar y Agradecer 24/7/365