Si todo está en nuestra mente y nuestros pensamientos crean
nuestra realidad, entonces ¿por qué sufrimos, gozamos, reímos, envejecemos?
Todo está involucrado con nuestro proceso evolutivo.
Todo empieza con un pensamiento. Recuerda algo que hayas
logrado, ahora recuerda qué fue lo primero que pasó. Un pensamiento, ¿verdad?
Si pensaste cómo lo lograrías, de la misma forma se fue creando. Las cosas no
aparecen de la nada, las creamos con nuestros pensamientos. Los inventores,
¿qué es lo que hacen? Tienen ideas, pensamientos, y luego van desarrollando
esas ideas.
Nuestros pensamientos se entrelazan con los pensamientos de
todas las personas con las que nos relacionamos. Nos relacionamos ya sea
personalmente o a través de los medios de comunicación. Vemos, leemos,
escuchamos, y todo nos va cambiando, nuestra realidad, nuestra forma de pensar.
De esta forma nos vamos integrando en la mente universal.
Debemos tener mucho
cuidado con esto, ser muy selectivos y confiar en que dentro de nosotros se
encuentra la única verdad.
Nuestras creencias acerca del tiempo y el envejecimiento
tienen mucho que ver con lo que experimentamos. En teoría entendemos que no
existe el tiempo ni el espacio, que sólo es un aspecto de nuestra existencia en
la realidad tridimensional. Si existes en la quinta dimensión o alguna más alta
donde no existe el tiempo ni el espacio, entonces qué sucede. ¿Permaneceremos
jóvenes eternamente? En realidad, cuando entendemos que el alma es eterna nos
damos cuenta de que no existe el tiempo, ni el envejecimiento, ni la muerte.
¿por qué no nos enfocamos en nuestra naturaleza eterna en lugar de nuestro
cuerpo mortal y nos damos cuenta de que somos realmente ilimitados en nuestra
capacidad creadora?
¿Por qué no sentimos el paso del tiempo? Nos sentimos
jóvenes siempre porque nuestra alma no envejece. Si estamos conscientes de
esto, nuestro cuerpo reflejará lo mismo.
La actitud que tomemos en la vida se
verá plasmada en nuestra realidad, cuerpo y situaciones. Crecemos con la
creencia de que nuestro cuerpo envejecerá y finalmente morirá. Esa creencia
está enraizada en nuestro subconsciente y va cambiando nuestro cuerpo
paulatinamente. Nos enseñan que a cierta edad el cuerpo deja de realizar
ciertas funciones, así que cuando llegamos a esa edad empezamos notar las deficiencias.
Nos meten ideas de que, si los abuelos, padres, familiares sufrieron alguna
enfermedad grave, la vamos a heredar. Sin notarlo esas palabras se van quedando
en nuestro subconsciente y van cambiando nuestro ADN.
Si realmente lo deseas, puedes cambiar esas creencias. Nuestra
mente puede cambiar nuestro cuerpo, ha sido comprobado científicamente
innumerables veces. Todo es cuestión de creer en ti y en el poder que tenemos. Es
cuestión de crear conciencia y de abrir nuestra mente. Estar conscientes de
nuestros pensamientos, actitudes, reacciones, y entrenar nuestra mente. Si nuestros
pensamientos están enfocados en lo positivo, en ver las cosas con optimismo, de
disfrutar todas las situaciones, aunque parezcan adversas, nuestro mundo se
transformará hacia lo mejor, se realizará lo que queremos lograr, con
abundancia en todos los sentidos.
Debemos crear un balance entre mente, cuerpo y espíritu. La
armonía entre estos tres elementos crea un mundo bello, abundante, sin lugar a
desaciertos y desilusiones. Empecemos a trabajar en convertir el mundo en que
vivimos desde nuestro interior. Como Wayne Dyer dijo, cambia tus pensamientos y
tu mundo cambiará. Somos lo que queremos ser, logramos lo que nos proponemos. No hay límites, hecha a volar la imaginación.
Les deseo un mundo lleno de armonía y abundancia, mucho amor
y gratitud.
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