Las relaciones humanas son de lo más difícil que hay. Aunque
nos conozcamos desde toda la vida, las circunstancias, situaciones,
sentimientos, nos van moldeando y cambiando de lo que realmente somos. Nos
enseñan en la escuela miles de temas menos el más importante, que es conservar vivo
el amor y nuestro propósito de servir.
A lo largo de la vida vamos aprendiendo y evolucionando sin
darnos cuenta, hasta que llega un momento en que nos sentimos atorados y no
vemos más allá de la situación en la que nos hemos envuelto.
Nuestra percepción de las cosas es eso, nuestra. Aun cuando
dos personas se encuentren juntas viendo la misma situación la interpretarán de
forma diferente. Esto se debe a las experiencias individuales pasadas las
cuales han modificado la forma de interpretar.
Cada persona tiene su propósito en esta vida y debe estar
basado en el amor que tenemos dentro de nosotros. La respuesta al propósito, a
la vida y al amor se basa en abrazar tu verdad: la verdad de quien eres en
realidad, la verdad de lo que amas, valoras y sueñas en este mundo, y la verdad
acerca de lo que quieres dar.
Leí hace un rato una metáfora acerca de la vida. Es como un
carruaje con un caballo guiado por nosotros. El carruaje es nuestro cuerpo, el
caballo es el amor y el cochero es la mente. Depende de nosotros cómo guiamos
ese caballo, si nos va a llevar a nuestra meta o si estaremos dando vueltas
inútiles o si nos llevará al éxito o al fracaso.
Cuando tu mente y tu amor se vuelven uno en tu cuerpo,
entonces habrás tocado el poder de quien eres en realidad. Piensa tu sueño con
tu mente, siente el amor en tu corazón y actúa ahora.
Desgraciadamente muchas veces dejamos que la mente se adueñe
de los sentimientos y dirija nuestro comportamiento. Los sentimientos pueden
hacer mucho daño cuando dejamos que los pensamientos rijan. El único camino
para que evitar que sea así es entrenar nuestra mente y desechar cualquier
pensamiento que nos aleje del amor.
Entre las intrincadas relaciones humanas están las
expectativas. Nos hace mucho daño esperar resultados. Nuestras acciones muchas
veces dependen de la retroalimentación que recibamos. Si no recibimos lo que
pensamos empezamos a crear ideas en la cabeza y nos hacemos daño, solitos. A
menos que aclaremos las situaciones estaremos especulando y contaminando la
mente con pensamientos que sólo ahí existen.
Amar no es sólo el sentimiento que sientes hacia tu pareja
y/o familia. Es ver y apreciar todo, absolutamente todo lo que nos rodea.
Nuestra casa, trabajo, amistades, naturaleza, compañeros de oficina, etc.
Esto nos lleva al agradecimiento, amor y agradecimiento van
tomados de la mano durante todo nuestro camino. Ya he mencionado muchas veces
el agradecimiento. Mientras más agradecidos estemos con la vida y con lo que
tenemos (bueno o malo, según como lo mires) más manifestaciones de amor y
abundancia recibiremos.
La verdad es individual para cada uno de nosotros, la vamos
descubriendo poco a poco con el pasar de los días. Estamos en diferentes etapas
cada uno de nosotros y tarde o temprano nos daremos cuenta de nuestra
capacidad, de nuestro verdadero ser, que somos inmensamente poderosos y que
hacemos de nuestra vida lo que queremos. Sólo hay que tener muy claro qué es lo
que queremos. Nadie nos hace, nosotros nos hacemos. Nadie crea nuestra vida,
nosotros la creamos. No dependemos de nadie para ser felices, sólo hay que
elegirlo.
Quiero ser feliz, esa es la meta y crear nuestro camino es el
propósito.
Que tengan un excelente día.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario